martes, 22 de noviembre de 2011

De fin de año...

Así es, lector: creo que es oportuno detenerme un momento a recapitular mis asuntos con el pretexto del nuevo ciclo arbitrario que se avecina. Este ha sido un año de grandes pérdidas, cambios y, en general, ha sido uno que me llevó a darme cuenta de que la especie humana es, en efecto, la gran mierda del universo.

Pero dentro de todo eso, ha sido también un año de intenso aprendizaje y de mucha actividad mental. En efecto, he descubierto que el doctor House tiene desorden de personalidad por evitación (AvPD), cosa que debiera haber notado antes. Si no me crees, lector, te invito a que revises los criterios de clasificación del AvPD en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Desórdenes Mentales, Revisión Textual IV (mejor conocido en los círculos de los loqueros como DSM TR IV).

Ahora, volviendo al tema... Quiero agradecerle a Dios por mis enemigos, mis rivales, mis decepciones, la gente que me ha odiado y la gente a la que no le agrado, porque es por medio de ellos que el Señor me ha recordado el valor de la humildad. Quiero agradecer todas las desilusiones, todo el abandono, toda la ira y, en fin, toda la soledad, porque gracias a ello he recordado el deseo de buscar a Dios.

No sé lo que traiga el nuevo ciclo arbitrario. Sólo sé que se me antojó subirme al carro alegórico de las reflexiones de fin de año en un momento que es igual de malo que cualquier otro, para poder agradecerle estas cosas tan valiosas al Origen y Fin de todo.

Fu-Manchú
Los Siete Bosques de Vancouver, WA
28 de diciembre de 2011, 05:54pm PST









1bf

2 comentarios:

  1. Las pérdidas son más razones para reinventarse, los cambios nos ayudan a ser flexibles, la gente que nos odia puede ayudarnos a revisar si realmente importa que nos odien o si estamos comodos con que lo hagan porque somos felices como somos... En fin, que de este modo si realmente la gente es una mierda nosotros podemos o no ser parte de ello. Celebro contigo tus males, a mí todos los míos me han ayudado a crecer, cambiar y fluir y en algún punto también los agradecí porque más adelante descubri que me trajeron bienestares, pero eso fue porque yo lo quise así. Te deseo que para este año, si tú tambien lo quieres lo consigas. Un beso (o 2 o 3)

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  2. Sí, sí, todo en la vida es actitud... hace un buen rato que dejé "Un grito desesperado" a medias...

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