¿Cómo juzgas a quien hace lo que haces y no te gusta que te hagan...?
Respuesta: Juzgando, porque en el momento que juzgues tomaras una decisión ante lo que te es desagradable, aún cuando se encuentre en ti. El juicio sirve para distinguir que, dentro de tu moral y ética, está bien o mal. Una cosa es el juicio y otra la condena: independientemente que juzgues que algo te resulta incorrecto puedes elegir no condenarlo, ni castigarlo o maldecirlo. En el momento en que te decidas a dar un veredicto a otro tambien puedes dartelo a ti.
Un sabio me recordo hace tiempo "recuerda que por cada dedo que apuntas a alguien más hay tres apuntandote a ti" En realidad son dos dedos los que apuntan a la otra persona y tres los que apuntan a uno, pero la cosa es darnos cuenta que cuando señalamos a alguien tambien nos señalamos a uno mismo.
Es muy fácil perderse en el castigo, las exigencias o en la vigilia de una condena a alguien más para no darnos cuenta que nosotros deberiamos (o podriamos) estar pasando por lo mismo. Asi pues, juzga con toda la dureza, malicia, intransigencia y crueldad (sin olvidar que tambien te estas juzgando) de la que seas capaz y perdona o condena a ser feliz con la mayor bondad que tengas dentro. Besos
¿Cómo juzgas a quien hace lo que haces y no te gusta que te hagan...?
ResponderBorrarRespuesta: Juzgando, porque en el momento que juzgues tomaras una decisión ante lo que te es desagradable, aún cuando se encuentre en ti. El juicio sirve para distinguir que, dentro de tu moral y ética, está bien o mal. Una cosa es el juicio y otra la condena: independientemente que juzgues que algo te resulta incorrecto puedes elegir no condenarlo, ni castigarlo o maldecirlo. En el momento en que te decidas a dar un veredicto a otro tambien puedes dartelo a ti.
Un sabio me recordo hace tiempo "recuerda que por cada dedo que apuntas a alguien más hay tres apuntandote a ti" En realidad son dos dedos los que apuntan a la otra persona y tres los que apuntan a uno, pero la cosa es darnos cuenta que cuando señalamos a alguien tambien nos señalamos a uno mismo.
Es muy fácil perderse en el castigo, las exigencias o en la vigilia de una condena a alguien más para no darnos cuenta que nosotros deberiamos (o podriamos) estar pasando por lo mismo. Asi pues, juzga con toda la dureza, malicia, intransigencia y crueldad (sin olvidar que tambien te estas juzgando) de la que seas capaz y perdona o condena a ser feliz con la mayor bondad que tengas dentro. Besos