jueves, 7 de junio de 2012

Sobre el voto (II)

(...) the responsibility of voting should be reserved for those who have
demonstrated an understanding of individual sacrifice for the greater good...
(...) la responsabilidad de votar debería estar reservada para aquellos
que han demostrado una comprensión del sacrificio individual por el bien mayor...
--Dan Thompson, comentando el libro Starship Troopers de Robert Heinlein

Como habrás notado ya, lector, nos acercamos con rapidez a la fecha de la elección presidencial de 2012 en México. Diversos sucesos que he seguido en las noticias me han dado a entender que muchas cosas han cambiado allá, pero aún hay una que se mantiene sólida a través del tiempo: la apatía de la masa. Y ello, lector, es lo que me ha llevado a escribir esta entrada que, por otra parte, le había prometido a Gabriela. ¿Comenzamos?

Votar... ¿es un derecho?

Decía Jean Rasczak en Starship Troopers que las cosas dadas carecen de valor: éstas deben ganarse, debes estar dispuesto a hacer un sacrificio por ellas, y dicho sacrificio te hará apreciarlas y darles un valor porque tu esfuerzo y determinación están en ellas. Exactamente la misma razón por la que apreciamos más un título obtenido en la UNAM luego de cuatro años de putiza en lugar de uno impreso en Santo Domingo.

Esto lo entendieron muchos personajes a lo largo de nuestra historia. Personajes que pusieron los huevos por delante para ganar por medio de su sacrificio individual (sumado al de muchos otros) un derecho colectivo. ¿Te suena el nombre de Juan Manuel Félix Fernández? ¿No? Su nombre artístico era Guadalupe Victoria. Él fue el primer presidente electo de nuestro país después de 11 años de lucha armada contra España y otros tres de desmadre interno. Ganó con 15 votos de 19 posibles. Él representó la culminación de la lucha de güeyes mucho más grandes que él: Primo de Verdad, Hidalgo, Morelos, Allende, Ortiz de Domínguez...

Y así salen más nombres: para 1857, Benito Juárez es electo Presidente de la Suprema Corte de Justicia.
Para 1912, Francisco Indalecio Madero reforma la ley electoral que había creado en 1911, en el contexto de una lucha encarnizada encabezada desde 1910 por puro cabrón de huevotes bien azules: Toribio Ortega (quien dio inicio a los combates el 14 de noviembre debido a que le cayó la voladora en Cuchillo Parado), Pancho Villa, Emiliano Zapata, Felipe Ángeles (Carranza, todos sabemos, vale verga)...

Para 1937, Lázaro Cárdenas quería que las viejas votaran y así lo propuso al Senado. No obstante, este derecho se consiguió hasta 1952, coronando la lucha de una mujer que si fuera hombre también sería un vato de huevos: Elvia Carrillo Puerto, activista desde 1910...

Todos estos nombres huelen a pólvora, huelen a sangre y a esfuerzo. Todos estos nombres y muchos más que no conocemos se rajaron la madre para que tú tuvieras la posibilidad, lector, de ejercer la fuerza con una boleta y no con un rifle. ¿Serías capaz de verlos y decirles que su sacrificio por tus derechos y libertades te vale verga? ¿Serías capaz de decirle a Cárdenas que todos los políticos son iguales? ¿Serías capaz de decirle a Madero que el voto vale verga? Digo, porque la Revolución se peleó, en gran medida, para defender la idea de que el voto debe ser efectivo y no debe haber reelección.

A ti sólo te han dicho que el voto es un regalo que aparece en el artículo 35 de la Constitución. Lo que no te han dicho es que también es una obligación según el artículo 36, y que no votar y no participar en las elecciones si se te invita como funcionario de casilla te puede hacer acreedor a una suspensión de tus derechos político-electorales. Si quieres que te respeten la ley, empieza por respetarla tú.

Pero más allá de todo eso, votar es no sólo un derecho, sino también una obligación ética que tenemos para con todos esos güeyes y güeyas que pelearon por darnos una manera de ejercer la fuerza sobre nuestro sistema de gobierno sin tener que recurrir, como ellos tuvieron que hacer, a las armas.

Votar... ¿evita algo?

Con mi muy limitado conocimiento de la historia (impreciso y escaso como es), me parece que el acto de votar ha permitido a grupos cada vez más amplios manifestar su preferencia. Después de leer un par de artículos de la Wikipedia (me vale verga lo que se piense de esa herramienta), todos parecen coincidir en que se negaba la posibilidad de votar a veces por razones sociales, a veces por razones raciales, y hasta por razones sexuales. Noto con curiosidad que estas etapas se miran en la misma historia de México: nuestras luchas armadas han ido echando por tierra, poco a poco, estas prácticas discriminatorias.

Así, nos ganamos nuestro derecho a votar quitándole la exclusividad a los europeos, luego nos ganamos el derecho a votar quitándole la exclusividad a los que tenían más dinero que yo (en un momento dado, el voto estaba reservado para aquellos que gozaran de una renta anual mínima de cien pesos), y hasta el derecho a votar quitándole la exclusividad a los putos hombres abusadores adictos al sexo traidores culeros hijos de la verga.

Y una vez que hemos conseguido el voto... ¿qué sigue? Defenderlo. ¿Y cómo hacemos eso? Ejerciéndolo, primero, y vigilándolo después. Un derecho que no se ejerce es un derecho que no puede defenderse. ¿Cómo puedo defender algo que no he hecho? Por eso no creo en la palabra fácil de Javier Sicilia. La suya no es una ahimsa (no violencia) gandhiana debido a lo limitado de sus alcances y objetivos, sino una invitación a mantenernos desorganizados y dejar que PRI y PAN, legitimados por el voto corporativo y clientelar del que gozan, se impongan a pesar de ser una mínima parte de la población del país.

En efecto, las elecciones en este país no las decide el ciudadano con capacidad de votar: hasta el día de hoy, las han decidido las minorías bien organizadas. ¿Por qué lo digo? Con un abstencionismo de 41.45% en la elección federal de 2006, Felipe Calderón sólo necesitó de 35.89% de los votos emitidos para convertirse en Presidente. Esto es, burdamente, 1 de cada 5 ciudadanos en condiciones de votar. Entonces, con el voto corporativo, el voto clientelar, y además el fraude, ¡FELIPE CALDERÓN APENAS LOGRÓ GANAR! Yo me pregunto... si toda esa gente que no votó o anuló su voto no lo hubiera hecho... ¿habría ganado FeCal?

Así pues, lector, me atrevo a pensar que un voto razonado puede evitar, al menos, la violencia. En efecto, un voto razonado masivo habría logrado evitar que el PRI fuera la dictadura de partido más exitosa de que yo tenga noticia. Un voto razonado masivo habría evitado que Fox nos metiera a Estados Unidos por el culo. Un voto razonado masivo habría evitado que Felipe Calderón aventara soldados a lo pendejo para que mataran y murieran sin una estrategia clara. Un voto razonado masivo habría evitado que 60 000 hombres y mujeres, inocentes o no, cayeran en una lucha que se peleó primero y se pretendió ganar después.

A modo de conclusión...

... Te invitaría, lector, a que votes este primero de julio. Las televisoras, y periódicos infames como La Prensa, y los opinólogos con chancros en el cerebro como Brozo, o Carlos Marín, o Ciro Gómez Leyva, o Adela Micha, intentan convencerte:

1) de que la elección ya está decidida.
2) de que en razón de lo anterior, tu voto individual no tendrá ningún peso.
3) de que estábamos mejor cuando estábamos peor (en efecto, la oferta de Peña Nieto es volver a la estabilidad priísta del 68 o del 85).
4) de que la belleza es sinónimo de bondad.
5) de que el voto es inútil en tanto que este sistema está podrido y nada cambiará.
6) de que en tanto que el voto es inútil, lo mejor es anularlo "como protesta".
7) de que eres un idiota.

Cuando notes estas cosas, apaga la tele y piensa. Piensa por quién vas a votar y, más importante, por qué. Como quedó demostrado en Brasil, un voto lo bastante numeroso es incontrovertible. Y ya lo ves: Brasil es ahora el líder de latinoamérica, posición que México detentó por muchos años. Recuerda todo lo que costó ganar para ti el derecho y la obligación de votar, y no le faltes al respeto al esfuerzo ajeno. Tú estás viviendo ahora las consecuencias de no votar, lector. Si quieres que algo cambie, necesitas actuar. Y la inacción no es un acto.

Fu-Manchú
Los siete bosques de Vancouver, WA
Jueves 7 de junio de 2012, 01:02am PDT

¿Quieres saber más?
REFERENCIAS:

El voto en México, Museo Legislativo "Los Sentimientos de la Nación", México, 2003.
Thompson, Dan: Starship Troopers and the right to vote, http://www.makingitupasigo.com, 2011
Vega, Patricia: 15 verdades sobre Miguel Hidalgo y Costilla (Entrevista con Paco Ignacio Taibo II), Emeequis, 6 de septiembre de 2010
Lemaître León, Monique J.: Elvia Carrillo Puerto: La "Monja Roja del Mayab", en http://www.actlab.utexas.edu/~geneve/zapwomen/forum/messages/39.html, EEUU, 1997
4 de octubre de 1824.- Es promulgada la Primera Constitución Política de México, en http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/efemerides/octubre/conme4a.htm, ILCE, México
Carmona, Doralicia: Ley Orgánica Electoral de Febrero 12 de 1857, en http://www.memoriapoliticademexico.org/Efemerides/2/12021857.html, Instituto Nacional de Estudios Políticos AC, México
Serrano Álvarez, Pablo (Coordinador): Cronología de la Revolución (1906-1917), en http://www.inehrm.gob.mx/cdigital/libro.php?cat_id=1&libro_id=2, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, México, 2011
Taibo II, Paco Ignacio: Pancho Villa. Una biografía narrativa, Planeta, México, 2006
Heinlein, Robert A.: Starship Troopers, Penguin Group, EEUU, 1997
Ley sobre elecciones de diputados, Memoria Política de México, en http://www.memoriapoliticademexico.org/Efemerides/11/30111836.html, México
Bhaneja, Balwant: Understanding Gandhi's Ahimsa (Non-violence), en http://www.nightslantern.ca/gandhiasteriskos.pdf, Asteriskos, Canadá, 2007
Medina Loera, Javier: Abstencionismo electoral en México rumbo al 2012, en http://suite101.net/article/abstencionismo-electoral-en-mexico-rumbo-al-2012-a64609, México, 2011
Elecciones Federales en México de 2006, es.wikipedia.org
Ejército mexicano en la mira por detención de altos grados por narcotráfico, Noticias Terra, 17 de mayo de 2012
Sun Tzu: The art of war, Oxford University Press, EEUU, 1971


No hay comentarios.:

Publicar un comentario