When you vote, you are exercising political authority, you're using force.
Cuando votas, estás ejerciendo autoridad política, estás usando la fuerza.
--Jean Rasczak, en Starship Troopers
Pues resulta, lector, que hace rato tuve una gran plática con el maestro Pablito respecto de los ultra izquierdistas, esto debido a un buen camarada de parranda que la rola de activista político últimamente. El asunto es que la plática derivó en un humilde servidor disertando sobre cuestiones de política y filosofía, de por qué hay al menos dos radicalidades en el modo de ver la misma cosa entre los ultras que conocemos y yo, y cuestiones así.
Quizá lo más chido de la plática fue enterarme que el muchacho de marras se sentía un tanto patidifuso, azorado digamos, ante el panorama político actual de México. Se le hacía un galimatías incomprensible, debido principalmente a la desinformación que permea en nuestro país y a la abrumadora campaña de medios que hace que la población considere inútil todo ejercicio de sus derechos civiles. La parte chida que decía vino cuando le desenredé la madeja de desinformaciones y le hice saber lo que yo considero el compromiso de los filósofos (y en general, de toda persona pensante).
Sabemos que los políticos, como generalidad, son bestias inútiles que sólo entienden el lenguaje de la fuerza. ¿Pero cómo puede manifestar el individuo su fuerza, que es la que le da poder al político? Sólo puedo pensar dos vías: la armada, o la del voto. En efecto, esto puede sonar iluso. Pero el voto es un instrumento que previene, precisamente, que la ciudadanía se manifieste con las armas. Verás, lector, el sentido de que votes, aunque tu voto te parezca inútil, es que entre más votos se emitan, más difícil se hará ocultar un fraude. Esa es la lógica que permitió que Luiz Inácio da Silva (algunos pobres imbéciles miembros de la prensa piensan que Lula es parte de su nombre y ni lo ponen entrecomillado ni en itálicas, pero hay noticias: Lula es el diminutivo de Luiz en portugués americano) se hiciera con el poder en Brasil: no hay votos inútiles. La fuerza del individuo multiplicada por la acción del grupo es lo que gana elecciones y guerras.
Así pues, lector, ahora sabemos que la manera de imponerles nuestra fuerza al gobierno sin llegar a las armas es votando. Pero eso sólo lo sabemos tú y yo. Y aquí entra la parte del compromiso, porque todo conocimiento que no se comparte es letra muerta. Tú y yo tenemos la responsabilidad de combatir la indignante desinformación del aparato gubernamental y mediático con la información que poseemos. Información que debemos buscar fuera de la caja idiota, fuera de los opinólogos como Gómez Leyva o el payaso rebaboso, porque como dijo aquel, toda revolución comienza en la mesa de una biblioteca. Háblale a la gente, cuéntales de por qué no es inútil su voto, explícales el desastre continuado que propone Vázquez Mota (no me queda muy claro el por qué algún panista grita "Viva la Mota!!!") o el inefable cinismo de Peña Nieto.
Así pues, lector, junta votos. Y sábete que valiéndome madre, declaro que apoyo a López Obrador, y más ahora que el siempre ultramesurado Cuauhtémoc (Cárdenas, no Blanco) lo ha reconocido como el candidato correcto. Lucha conmigo, aunque nuestras trincheras están lejos, porque esa cofradía de ladrones, cínicos e inconscientes no pueden ganar para siempre.
Y después del desahogo, hasta más ver, lector!
Fu-Manchú
Los Siete Bosques de Vancouver, WA
Miércoles 8 de febrero de 2012, 11:29pm PST
Jeje, buena entrada, aunque realmente me hubiera gustado que ahondarás un poco más en todo lo que el voto puede combatir y como además de ejercerlo requerimos defenderlo que es una parte en donde muchos nos quedamos atorados. Ojala te animes a hablar de ello en otra entrada. Igual y es abuso de mi parte pedirlo pero le tengo fe a tus puntos de vista dada toda la información de Historia y lógica que tienes almacenada =D =P
ResponderBorrarCualquier día de estos, jejeje... un saludo!!!!!!!!!!!!
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