Mors est quies viatoris, finis est omnis laboris
(La muerte es el descanso del viajero, el fin de todo trabajo)
Guillermo de Baskerville, según Umberto Eco en El nombre de la rosa
Ayer por la noche, me enteré con cierta desolación de la muerte del gran Luciano Pavarotti. Quizá resulte inesperado para alguno de mis dos lectores que alguien tan... no sé, rupestre como Fu-Manchú se interese por esa noticia. Habrá quien considere, incluso, que mi contacto con la ópera se reduce a Les Pêcheurs de perles, en cierto oscuro capítulo de Smallville; o a O nume tutelar, que se incluye en la película Filadelfia, con la (ahora) no menos muerta e igualmente grandiosa Maria Callas. Pero, en cualquier caso, ¿por qué se interesa Fu-Manchú por esta noticia?
Bien, sencillamente, la primera vez que escuché con atención una ópera, fue el (lo supe hace poco) inicio del tercer acto de Turandot. Así es, la que pusieron en el Auditorio Nacional hace unas semanas. Pero volvamos al relato. Hace unos años escuché una voz llena de fuerza, plena de triunfo, o al menos de épica, que entonaba "Tramontate, stelle! All'alba vincerò!". Sabido que las lenguas latinas aún guardan cierto parecido, me pareció enorme, gigantesca, la manera de cantar esa línea. "Al amanecer venceré". O, sin revolcarse tanto, "Al alba, venceré". ¿Y qué voz hacía grandiosa aquella línea? Efectivamente, niños y niñas, no era Alex Lora. Era Luciano Pavarotti.
¿Por qué el impacto? No lo sé. Si tuviera que proponer una diferencia entre análisis y apreciación (aunque de inmediato saltaría un filósofo a decirme que me equivoco, y otro a decirme que sólo parcialmente), diría que la apreciación implica una comunión con algo, ya sea para amarlo u odiarlo. El análisis exige disecar, abstraer, exteriorizarse de ese algo. Por tanto, si bien no puedo analizar ninguna ópera, sí puedo compartir mi apreciación de vez en cuando. Ese galimatías de una princesa china llamada Turandot o un príncipe no menos chino llamado Calaf, toma todo el sentido del mundo, para su congénere Fu-Manchú, en el retrato de una determinación inflexible. Así es, la misma que Borges se imaginó "tan irrevocable como el rígido pasado", y contagia de determinación a quien quiera escuchar.
Esa determinación sólo podría emitirse dentro de su contexto; si nos ponemos algo estrictos, de un modo operístico. Así, la fuerza que implica el dicho es respaldada por la fuerza en la voz del tenor, quien, no olvidemos, no sólo repite las letras (como hacen los modernos "artistas"). El tenor es un actor también. Y, así como Superman será por siempre Christopher Reeve, Calaf será por siempre, para Fu-Manchú, Luciano Pavarotti. Que las horas más oscuras de este juntaletras se iluminen por una sola línea: "All'alba vincerò!".
Fu- Manchú
Las Siete Montañas de Tláhuac
7 de septiembre, 2007. 11:58 am.
PD:
Quien lo desee, puede escuchar un sample de Nessun Dorma en el Reproductor que está a la derecha. Aunque está codificado a sólo 32kbps, este sample no podrá ocultar la magnificencia de la voz. Por otra parte, consigno aquí una traducción de lo que se escucha en el sample.
Nessun dorma, nessun dorma ...
(Que nadie duerma, que nadie duerma ...)
Tu pure, o Principessa,
Tu pure, o Principessa,
(Tú también, Princesa)
Nella tua fredda stanza,
Nella tua fredda stanza,
(En tu fría estancia)
Guardi le stelle
Guardi le stelle
(Miras las estrellas)
Che tremano d'amore
Che tremano d'amore
(Que tiemblan de amor)
E di speranza.
E di speranza.
(Y de esperanza)
Ma il mio mistero è chiuso in me,
(Mas mi misterio se encierra en mí)
Il nome mio nessun saprà, no, no,
Il nome mio nessun saprà, no, no,
(Mi nombre nadie sabrá, no, no)
Sulla tua bocca lo dirò
Sulla tua bocca lo dirò
(Sobre tu boca lo diré)
Quando la luce splenderà,
Quando la luce splenderà,
(Cuando resplandezca la luz)
Ed il mio bacio scioglierà il silenzio
Ed il mio bacio scioglierà il silenzio
(Y mi beso deshará el silencio)
Che ti fa mia.
(Que te hace mía)
Voces
Il nome suo nessun saprà
Il nome suo nessun saprà
(Su nombre nadie sabrá)
E noi dovrem, ahimè, morir.
E noi dovrem, ahimè, morir.
(Y nosotros deberemos, ay, morir)
Dilegua, o notte!
(¡Disípate, oh, noche!)
Tramontate, stelle!
Tramontate, stelle!
(¡Ocúltense, estrellas!)
All'alba vincerò!
All'alba vincerò!
(¡Al alba, venceré!)
Si alguien se interesa, hay en internet abundantes fuentes de información sobre la trama de Turandot. Es en especial divertido ver que a los sajones les cuesta muchísimo trabajo comprender el sentido metafórico de las frases en las que se funda la trama. Creo que, después de todo, se nota que fueron los romanos quienes nos enseñaron a hablar. Por eso son tan parecidos el italiano y el español, y un poco el francés. Pero en el caso del inglés, nada que ver. Las palabras que se parecen a las nuestras, se las enseñaron los invasores franceses a los ingleses, y eran para designar cosas demasiado abstractas que no existían en el modo de pensar sajón. Así es. En la primitiva Inglaterra no había una palabra (sabrá Dios si concepto) como "Filosofía". Pero esa, es otra historia.
Y digo Bravo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Pero al congar este comentario he dejado de escuchar la canciòn :@ maldita sea. Otra vez!!!!!!!!!!!!!
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